
















Hay momentos que no vuelven, pero que pueden revivirse en una imagen. Esta sesión es un homenaje a esa juventud compartida, a las tardes eternas entre amigas, al eco de las carcajadas que llenaban la habitación sin necesidad de reloj. En medio de una nueva etapa de vida, hicimos una pausa para mirar atrás y recordar quiénes fuimos —libres, despreocupadas, unidas—. Porque a veces, capturar el presente es también una forma de abrazar el pasado.